Es posible que
ésta, haya sido una de las iniciativas más positivas que se han llevado a cabo en Encinasola. Parece que fue ayer, pero han trascurrido 25 años. Aquel
verano del 1988, un grupo de maestros, apoyados por sus respectivas esposas y
otras personas voluntarias, con bastante
ingenio y esfuerzo, tuvieron la acertada idea de organizar una acampada en la
ermita de Flores.
Durante
bastantes días, un numeroso grupo de niños y niñas disfrutaron juntos de la
naturaleza, viviendo momentos muy emotivos. Destacaban las duchas improvisadas,
los juegos y sobre todo la candela nocturna, siempre vigilada muy de cerca por
los organizadores. No faltó tampoco la confección de un periódico cuyo nombre
era “Ya viene el búcaro”. Algo así
como un diario donde se recogían las novedades que iban surgiendo. También visitó
el lugar un helicóptero del Ejército que, tras sobrevolar el entorno, aterrizó
en un improvisado helipuerto preparado por todos. Acto seguido y con gran
entusiasmo, fueron recibidos y agasajados sus pilotos.
Aquellos
niños afortunados, hombres y mujeres hoy, si tiene ocasión de ver las positivas
que se adjuntan, sin duda recordaran con nostalgia aquellos momentos, para
ellos inolvidables.
Por
último, dedicar un cariñoso recuerdo a dos entrañables personajes que aparecen
y que ya no están entre nosotros, Pepe “machaca” y el cura D. Francisco.
J. M. Santos
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