F
Fuiste
amigo de la noche, compañero de juergas, vagabundo del arte y bohemio de las
tabernas que no tienen reloj… Aunque
para ti, pasiones, triunfos o fracasos ya no tengan valor, sigue cantando penas
y alegrías desde cualquier lugar donde se encuentre tu alma… Si el destino no te
hizo hueco entre la falsa grandeza, seguro que tu espíritu descansa junto a la
simple humildad… Sigue cantando “Ciri”… porque ya, ni el dolor podrá romper tu
corazón. Decidiste vivir sin dar explicaciones, a tu
manera… Pero… ¡a quién le importa!...
Como homenaje a tu recuerdo, aquí quedan
estos sencillos versos que siguen:
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